Si en la entrada anterior analizaba las reivindicaciones, propuestas y extensión del Movimiento 15M, en esta ocasión me centraré en la obra que dio vida a las reivindicaciones: ¡Indignaos!
¡Indignaos! (Indignez-vous! en su idioma original, en francés) es un libro escrito por el diplomático francés Stéphane Hessel en 2010. En Francia y en España se ha convertido en muy poco tiempo en un best-seller, siendo una de las obras políticas más vendidas de los últimos tiempos. Pero su importancia no queda ahí. Si tratamos esta obra es por el fuerte contenido en que se basa, sirviendo de base y apoyo teórico de todos los movimientos reivindicativos que están sucediendo en nuestra historia más contemporánea. En palabras del autor, “la obra exhorta a los jóvenes a indignarse, dice que todo buen ciudadano debe indignarse actualmente porque el mundo va mal, gobernado por unos poderes financieros que lo acaparan todo”.
En este libro, Hessel hace un llamamiento a todos los jóvenes a realizar lo que él llama como “insurrección pacífica”, es decir, que los jóvenes dejemos de lado la pasividad que tanto nos caracteriza y tomemos partido por la vida política, porque en ella se nos va nuestro futuro. Durante estos últimos años, hemos dejado el cuerpo muerto ante las cuestiones políticas y nos hemos dejado un poco llevar por las directrices que marcaban los principales partidos políticos, pero, como nos hemos podido dar cuenta, la situación ha ido cada vez a peor, llegando a un límite insostenible para cualquier ciudadano normal y corriente.
Conjuntamente, Stéphane también crítica en su obra la sobrevaloración a la que está sometido en la actualidad el dinero y el consumo. Así, defiende que “El poder del dinero, tan combatido por la Resistencia, nunca había sido tan grande, insolente, egoísta con todos, desde sus propios siervos hasta las más altas esferas del Estado”. Unas palabras profundamente rotundas con las que deja constancia de cómo el dinero se ha puesto en la cima más alta, lo que trae consigo que se dejen de lado otras cuestiones y, sobre todo, valores más importantes e imprescindibles, como el respeto o la dignidad. En este aspecto, hemos llegado a un profundo retroceso social, de forma que de nuevo, al igual que sucedía en los estamentos del Antiguo Régimen cada persona era medida por lo que tenía, no por lo que era. Hemos vuelto a una sociedad que tiene en peligro de extinción a lo que más necesita para su supervivencia, el ciudadano medio. En los últimos años, estamos viendo cómo se polariza el mundo entre pobres y ricos, una situación teóricamente se pretendía tener resuelta. Así pongo otra vez de manifiesto lo que he expresado en antiguas entradas sobre el consumismo, la preponderancia de ser lo que consumimos, de que nos admiren por lo que tenemos y no por lo que somos. Por otro lado, también encontramos frases como: “Nunca había sido tan importante la distancia entre los más pobres y los más ricos, ni tan alentada la competitividad y la carrera por el dinero’’, que emplea el autor para influir en los jóvenes y que nosotros, nos revelemos contra esta sociedad del “siempre más’’, una sociedad que nos ha llevado a una de las peores crisis económica, social, política y moral de la historia.
Si de dinero y crisis hablamos, no podemos obviar la importancia que presentan los bancos en este aspecto, pues ellos han sido unos de los principales culpables del desarrollo de esta tremenda crisis. Este es otro de los temas que el autor aborda en su obra, poniendo su crítica en palabras como: “Los bancos, privatizados, se preocupan en primer lugar de sus dividendos y de los altísimos sueldos de sus dirigentes, pero no del interés general’’, las cuales no es necesario ahondar, pues son rotundas y directas en su análisis.
Por último, el escritor, además de afirmar sus propuestas en pro de la juventud, la futura ciudadanía, pone el acento de las actuaciones en el conjunto. De este modo, defiende unas manifestaciones que se lleven a cabo por todos los ciudadanos y que sepan aprovechar los modernos medios de comunicación. Este aspecto se ha puesto en marcha, sin duda, a través de Internet, pues en la red de redes el control censitario y la libertad de opinión todavía se encuentran permitidos. En cambio, si nos trasladamos al mundo de la televisión, el medio de comunicación más consultado e influyente en la sociedad, no tenemos la suerte de afirmar lo mismo. Todavía, hoy día, las principales compañías de información están en manos de unos pocos grupos, casi siempre influidos por unas directrices políticas u otras, las cuales harán que la emisión de noticias se realice bajo sus intereses.
Stéphane Hessel (1917), diplomático, escritor, y militante político francés, deja clara en toda su obra constancia de la dureza de su vida para reforzar, aún más si cabe, su indignación y protesta. Fue miembro de la resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial, capturado y torturado por la Gestapo, y recluso de los campos de concentración de Buchenwald y Dora-Mittelbau; así como uno de los redactores de la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948. Todos estos hechos le sirven de ejemplo para dar un mayor sentido a la obra. Explica que, aunque «nos jugábamos la vida», en su época lo tenían más fácil por tener adversarios más definidos: Hitler y Stalin. Sin embargo, “... los jóvenes de ahora se juegan la libertad y los valores más importantes de la humanidad”.
En la versión española del libro ¡Indignaos!, el escritor, humanista y economista español José Luis Sampedro es el encargado de hacer el prólogo. La figura de Sampedro es de destacar en la historia de la segunda mitad del siglo XX y principios del siglo XXI por su sobresaliente compromiso social, y por ser una referencia a nivel intelectual y moral. En el prólogo del libro, su intervención se centra en aportar su visión sobre la realidad socioeconómica y realizando también un llamamiento hacia el cambio. De este mismo autor, Sampedro, destacar su importancia, junto con Hessel, de influencia en el 15M, pues a él también se le deben otras obras que han servido un poco de apoyo a la hora de reflexionar sobre nuestra situación y nuestro futuro. En este aspecto, ha escrito títulos como Reacciona, en colaboración de otros personajes del ámbito social español, como Baltasar Garzón, o El mercado y la globalización.
Para terminar, pongo un vídeo de apoyo, en el cual José Luis Sampedro reflexiona sobre las movilizaciones del 15M y aparecen también las reivindicaciones hechas por los mismos asistentes a las manifestaciones. Es un video que no tiene ningún desperdicio y merece la pena ver por su fuerte contenido y análisis. Espero que os guste y os haga reflexionar.
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